La gota: Una enfermedad reumática

La gota: Una enfermedad reumática

Profesor Dr. Juan Carlos Torre Alonso
Universidad de Oviedo. Hospital Monte Naranco (SESPA). Oviedo.

¿A quién afecta la gota?

La gota se manifiesta sobre todo en varones (de cada 10 pacientes 9 son varones) de edad media entre los 30 y 45 años. La mujer en edad fértil no suele padecer enfermedad, en ellas es más característico que aparezca durante la menopausia. Existe una predisposición genética siendo frecuente que varios miembros de una misma familia estén afectados.

¿Cómo se manifiesta?

La manifestación más habitual es la monoartrosis aguda que se caracteriza por la aparición brusca, a menudo nocturna, de dolor e inflamación en una sola articulación (dedo gordo del pie, tobillo, rodilla,...). Es característico al inicio la remisión del proceso inflamatorio quedando el paciente asintomático entre 7 y 10 días. La evolución natural se caracteriza por la aparición de nuevos episodios agudos siendo éstos, a medida de que avanza la enfermedad, más frecuentes e intensos.

Al cabo de algunos años los depósitos de ácido úrico se hacen cada vez más importantes y destruyen las articulaciones ocasionando una incapacidad funcional que en algunos pacientes es muy llamativa.

Estos acúmulos de ácido úrico también se localizan en los tejidos blandos siendo característica su presencia en forma de tofos en las orejas, codos, dedos, etc. El riñón también se puede ver involucrado en este proceso siendo más habitual en pacientes de larga evolución, ancianos y con enfermedades concomitantes.

¿Existe algún factor desencadenante?

Es típico que el paciente hiperuricémico presente una crisis tras una ingesta excesiva de alcohol o alimentos ricos en purinas. No obstante otros factores como la cirugía, las infecciones y algunos fármacos, pueden precipitar el ataque de gota.

¿Cómo se diagnostica?

La existencia de cifras elevadas de ácido úrico como ya se comentó, no es diagnóstico de gota. Para el diagnóstico de gota es necesario presentar una de las manifestaciones clínicas referidas así como la asistencia de cristales de monourato sódico.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la gota comienza habitualmente durante un ataque agudo. Esta fase, que se considera una urgencia medica debido a la intensidad del dolor, se trata de colchicina y antiinflamatorios.

Una vez controlada la artritis aguda hay que recomendar al paciente una dieta adecuada y equilibrada corrigiendo la obesidad si la hubiera y los desequilibrios dietéticos. Hoy día no tiene sentido el aferrarse a rígidas y estrictas dietas para disminuir las cifras de uricemia ya que está perfectamente demostrado que el control dietético tiene, tan solo, un leve efecto sobre las cifras de uricemia. Sí es importante la limitación de la ingesta alcohólica (principalmente cerveza).

 

Finalmente, diremos que existen fármacos muy eficaces para disminuir los niveles de ácido úrico, bien evitando su formación o aumentando su eliminación siendo el médico el que decidirá cual utilizar y su control posterior.

El tratamiento con este tipo de fármacos es largo y generalmente, para toda la vida, no obstante, en ocasiones, los pacientes pueden reducir al mínimo éstos medicamentos al corregir factores como la obesidad, eliminar el alcohol y seguir una dieta