Protección de las articulaciones

Protección de las articulaciones

Dr. Fco. Javier Ballina
Jefe de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario Central de Asturias y Presidente del Comité Científico de L.A.R.

El cuidado de las articulaciones, al igual que el del resto de las estructuras del aparato locomotor, como huesos o ligamentos, es importante a cualquier edad y para cualquier persona. El aparato locomotor envejece y necesita una vigilancia y atención para que permanezca en buen estado a lo largo de la vida.

Sin embargo, si se padece una enfermedad de las articulaciones, como la artritis, la protección de las articulaciones es un asunto de primordial importancia. La artritis hace que las articulaciones se inflamen y se vuelvan rígidas, con lo que muchos de los movimientos se hacen dolorosos.

La protección de las articulaciones puede realizarse con cinco pasos básicos.

  1. MANTÉNGASE ACTIVO:
    Tener artritis no significa ser un inválido. Actividades aeróbicas, como caminar, nadar, andar en bicicleta... están permitidas en la artritis, salvo en los casos de la existencia de un brote inflamatorio. Los ejercicios que se enseñan a los pacientes con artritis, para mantener la movilidad articular y evitar la atrofia muscular, deben de realizarse diariamente, de una forma suave y lenta para evitar daño sobre las articulaciones.
  2. ACTITUDES POSTURALES CORRECTAS:
    Las malas posturas producen un reparto desigual del peso sobre el organismo. Al estar sentado, la espalda debe estar recta y apoyada sobre un respaldo. Evite los sillones que se hunden, procure un asiento firme, con los pies firmemente apoyados en el suelo. No permanezca mucho rato de pie o sentado, cambie de postura cada cierto tiempo. Para recoger objetos del suelo, no doble la columna, sino las rodillas. Lleve los pesos lo más cerca posible del cuerpo. El colchón ha de asentarse sobre una superficie firme para favorecer el descanso nocturno.
  3. CONTROLE SU PESO:
    Cuanto más peso tenga, más tensión soportarán sus articulaciones, especialmente columna, rodillas, caderas y pies. La obesidad supone un riesgo elevado de desarrollar artrosis en diversas articulaciones. Adelgazar, disminuye además el dolor de las enfermedades articulares. Aliméntese con una dieta equilibrada, que contenga frutas y verduras ricas en vitaminas.
  4. EVITE LA SOBRECARGA:
    Las actividades que produzcan exacerbación del dolor, deben suprimirse o limitarse, e incluso en fases muy dolorosas es necesario el reposo relativo o absoluto, durante algún tiempo. Evite el transporte de cargas pesadas y caminar por terrenos irregulares. Utilice un calzado amplio. Las plantillas pueden servir para mitigar el dolor de las articulaciones de las extremidades inferiores. Los bastones y muletas también pueden aliviar el dolor al descargar las articulaciones enfermas, a la vez que previenen las caídas. En sus actividades diarias, intercale periodos de reposo.
  5. UTILIZE DISPOSITIVOS DE AYUDA:
    Coloque agarraderas en las paredes, pasillos, cuartos de baño... para poder sujetarse con firmeza y prevenir caídas. Los grifos deben ser preferentemente monomando. Un carrito de ruedas puede permitir el transporte de diversos objetos (compra diaria, la vajilla,...) sin hacer grandes esfuerzos. Disponga de electrodomésticos que simplifiquen su vida en el hogar: abrelatas y cuchillos eléctricos, lavadoras de carga superior, empuñaduras gruesas para los cubiertos, lavaplatos... En cuarto de baño emplee suelos antideslizantes, soportes para la entrada y salida de la bañera y del retrete, asientos de plástico para la ducha...

Finalmente, no intente hacer todos los cambios que precise de una sola vez. Incorpórelos gradualmente a sus actividades diarias y eso hará más fácil su cumplimiento. Vigile sus actividades. Suprimir viejos y nocivos hábitos puede hacer su vida más sencilla y con menos dolor.