Novedades en la fibromialgia

Novedades en la fibromialgia

Dr. Luis R. Arboleya
Reumatólogo Hospital Cabueñes. Gijón

La Fibromialgia es una de las enfermedades crónicas más frecuentes. Se estima que, en el Principado de Asturias, están afectadas, al menos, 20.000 personas de las que un 95% son mujeres. La edad de comienzo de los primeros síntomas es variable, aunque suele situarse con mayor frecuencia entre los 30 y los 50 años.

Aunque no se conoce la causa que origina el proceso, son muchas las evidencias que indican que existe una alteración en los sistemas que regulan la transmisión de los estímulos que llegan al sistema nervioso central. Cuando la situación no se frena precozmente, los mecanismos que controlan las respuestas frente a las situaciones estresantes se agotan y el organismo pierde su capacidad de adaptación al medio que nos rodea. Este estado se manifiesta por dolor muscular persistente y cansancio, que son las manifestaciones clínicas características de la Fibromialgia.
Además de los síntomas referidos, los pacientes padecen con frecuencia otros problemas como insomnio, ansiedad, cistitis, hormiguillos en manos, diarrea, dolor o pesadez abdominal y alergia a metales y productos químicos. Aunque los síntomas son variables y tienden a ser fluctuantes, con días buenos seguidos de períodos malos, la capacidad funcional se va mermando poco a poco, lo que limita la realización de las tareas cotidianas, bien derivadas de la actividad laboral o de otras tareas tanto familiares como de ocio o deportivas. Finalmente, la persona afectada va entrando en un estado de aislamiento social e incluso familiar, agravado por una cierta incomprensión palpable en el entorno, que motiva que los síntomas iniciales del dolor y cansancio evolucionen hacia un estado de sufrimiento mantenido, muy difícil de controlar.
El tratamiento médico moderno de las enfermedades reumáticas en general y de la Fibromialgia en particular, requiere un abordaje multidisciplinar en el que intervengan, de manera coordinada, una serie de profesionales especializados. De lo contrario, la situación habitual es la de un peregrinaje continuo de diferentes y variopintas consultas, buscando la solución a un problema complejo, en el que no es infrecuente la práctica de actuaciones terapéuticas exotéricas que suelen contribuir a incrementar la sensación de abandono y de negación de posibles soluciones que, tan frecuentemente, manifiestan los pacientes.

En el momento actual, no hay un tratamiento curativo para la Fibromialgia. Sin embargo, la puesta en marcha de un programa diagnóstico y terapéutico especializado puede conseguir, sobre todo cuando se actúa precozmente, romper el círculo vicioso en el que se ha instalado el paciente afectado, lo que va a permitir, poco a poco, vislumbrar una salida al final del túnel, como paso previo, si no a la curación definitiva, si a la solución de una gran parte de los problemas que ocasiona esta enfermedad.
En primer lugar, es imprescindible realizar un diagnóstico correcto y descartar que los síntomas referidos sean provocados por otra enfermedad. Además debe hacerse una valoración de los procesos asociados a la Fibromialgia y un estudio de su repercusión funcional, social, física y psicológica, tanto en el enfermo como en su entorno. Una vez superada esta fase, es necesario realizar una programación de las acciones terapéuticas que se van a establecer, de manera individualizada, en función de los resultados del estudio inicial.
El tratamiento farmacológico es muy útil en las primeras semanas del programa y debe estar supervisado por un Reumatólogo especialista en Fibromialgia, sobre quien va a recaer la responsabilidad global de todo el proceso. En segundo lugar, se debe prescribir un programa de fisioterapia dirigida al hándicap, es decir, aplicar los resultados de la valoración funcional efectuada previamente, al diseño de una serie de actuaciones específicas para cada paciente que será aplicado y seguido por un fisioterapeuta especializado en esta enfermedad. De manera simultánea, un tercer especialista enseñará las eficaces herramientas de terapia cognitivo-conductual, cuya utilidad como complemento de las medidas anteriores ha sido demostrada en estudios de calidad indiscutible.
Es obvio que la Fibromialgia continúa siendo una enfermedad con una enorme repercusión socio-sanitaria replica rolex y que su impacto tiende a ir en aumento. Sin embargo, hay motivos para el optimismo, ya que, por un lado, estamos asistiendo al descubrimiento de nuevas técnicas que pueden llegar a confirmar de manera objetiva que las molestias que refieren los pacientes existen sin ninguna duda. Por otro lado, son cada vez mayores las evidencias que demuestran que se pueden obtener altas cotas de alivio de los síntomas utilizando un programa terapéutico multidisciplinar, cuya implantación en nuestro entorno está muy próxima.