La polimialgia reumática

La polimialgia reumática

Dr. José Antonio Fernández Sánchez
Adjunto a la Sección de Reumatología. Hospital San Agustín de Avilés

En nuestra consulta diaria de Reumatología no es infrecuente encontrarnos con la sorpresa en los pacientes cuando se les dice que padecen una Polimialgia Reumática. Pienso que, entre otros motivos, la infrecuencia del síndrome y la edad avanzada de los pacientes, que la hacen confundir con artrosis u osteoporosis, son motivo de tal perplejidad. Es cierto que su frecuencia no alcanza la de la artritis reumatoide pero no por ello, su diagnóstico precoz e inicio del tratamiento dejan de ser hechos fundamentales. Por todo ello creo interesante unas breves líneas para esclarecer un poco más su existencia.

La polimialgia es un síndrome o enfermedad reumatológica como la artritis reumatoide, la artrosis, la osteoporosis o la fibromialgia, con la que muchas veces se confunde, tratándose de dos síndromes sin, en principio, ninguna relación. Afecta en casi todas las ocasiones a pacientes de más de 50 años y pertenece al grupo de los reumatismos inflamatorios como la artritis reumatoide, con la que de alguna manera está emparentada. Es más frecuente en mujeres como la mayoría de los reumatismos.

La forma más frecuente de debut es la aparición, más o menos repentina, de dolor inflamatorio (sobre todo nocturno) en ambas cinturas, escapular (hombros-cervical) y pelviana (caderas-lumbar) con severa dificultad para el movimiento, llegando incluso a impedir al paciente dormir, vestirse, caminar, asearse o simplemente levantarse de una silla.

En algunos casos también puede aparecer artritis, sobre todo en las manos, circunstancia que nos puede llevar a plantearnos si estamos ante una polimialgia o una artritis reumatoide. La negatividad del factor reumatoide o la ausencia de lesiones en las radiografías son datos muy útiles en estos casos. También en ocasiones puede aparecer fiebre, perdida de peso y apetito o anemia.
Un dato esencial para el diagnóstico, además de la clínica, es la presencia en la analítica de una elevación de la VSG ( Velocidad de Sedimentación Globular ) en ocasiones centenaria. Esta se suele acompañar de otros reactantes de fase aguda elevados como la PCR. Solo en casos excepcionales el síndrome puede aparecer con la VSG normal, siendo en ellos de extrema utilidad la PCR, que suele estar alterada. En principio, la pruebas de imagen como la radiografía simple no aportan datos al diagnóstico.
En este punto me gustaría dejar constancia de algunos síntomas que aunque infrecuentes nos indican premura, más si cabe, en el diagnostico e inicio del tratamiento: la cefalea nocturna, la hipersensibilidad del cuero cabelludo ( "duele al peinarse" ), la claudicación o "cansancio" de la mandíbula al comer o los trastornos de la visión.
El tratamiento de los pacientes con Polimialgia Reumática es fundamentalmente con corticoides a dosis entre 30 y 60 mg al día ( depende de los síntomas, peso, otras enfermedades del paciente, etc) en pauta descendente según evolución clínica y analítica. Los casos que se controlan con AINES son muy leves y contados. Los corticoides, se pueden sustituir en algún momento del tratamiento por metotrexato u otros inmunosupresores para evitar los efectos secundarios de una corticoterapia a largo plazo. Es recomendable un seguimiento periódico, donde se valore no sólo la evolución clínica del paciente sino los buenos resultados analíticos.
Hay que decir que en la mayoría de los casos la respuesta positiva suele darse en pocos días lo que no implica el abandono de la terapia sin la supervisión del médico. Una mala respuesta al mismo, tras semanas de tratamiento correcto, nos haría pensar en otras posibilidades y actitudes diagnósticas.